Bilbao reclama al Gobierno vasco que no haya más retrasos en la Línea 4 del metro

(noticia original)

Luis López

Aburto apuesta por llevar las estaciones a Irala y Rekalde frente a la solución de unir los barrios y Amézola con funiculares.

Sólo el tiempo dirá si esta es la buena, pero al menos una amplia mayoría de las concejalas y concejales en el Ayuntamiento de Bilbao confían en que se acaba de dar un paso importante para que la Línea 4 del metro, al fin, sea una realidad. El pleno municipal aprobó este jueves un acuerdo en el que se insta a Euskal Trenbide Sarea (ETS) a que concluya el estudio informativo en la fecha establecida (en agosto) y que se licite el proyecto constructivo «antes del primer semestre de 2022», eso sí, «si fuera posible». Esta coletilla final es lo que impidió la unanimidad.

Votaron a favor EH Bildu, que fue quien llevó el asunto a pleno y aceptó una enmienda del equipo de gobierno, y los partidos de la coalición gobernante, PNV y PSE. Los tres entendiendo que se trataba de algo muy relevante. También dijo 'sí' Elkarrekin Podemos, pero sin mucho convencimiento y, simplemente, porque «menos es nada». Y el PP votó en contra porque no se lo cree. Porque para los conservadores cerrar el texto con un «si fuera posible» es como que todo lo anterior fuese papel mojado.

Bruno Zubizarreta, concejal proponente de la formación soberanista, recordó que siempre ha habido consenso en que la Línea 4 es una infraestructura necesaria para conectar la zona sur de la ciudad, en especial, los barrios de Rekalde e Irala, que llevan «dos décadas esperando» que llegue el metro. Ahora, «con un año de retraso», está previsto que el estudio informativo concluya «el 31 de agosto». Y «de lo que se trata es de instar a ETS -organismo del Gobierno vasco- a que no haya más demoras». Destacó que lo que se propone ahora en el proceso participativo que arrancó hace unos días no tiene que ver con lo que antes se había previsto, esto es, llegar a Moyúa, pero valoró alcanzar el barrio de Zorroza utilizando las líneas de tren ya existentes y que se parta de Abando, lo que garantiza la intermodalidad.

Pero el PP no se cree nada. El popular Carlos García sí incidió en que el metro no es sólo un medio de transporte, sino un modo de «cohesionar» la ciudad y de poner a los barrios del sur «en el centro de Bilbao». Y recordó que no hace mucho su partido llevó una iniciativa para apoyar la Línea 4, algo en lo que hay unanimidad. Sin embargo, no confía en la palabra de los firmantes de este acuerdo. Porque, dijo, «tanto PNV como PSE, EA (ahora en EH Bildu) e IU (en Elkarrekin Podemos) han prometido el metro a Rekalde e Irala, y todos han incumplido con contumacia». En su opinión, «la coletilla» donde se dice que se avanzará «si fuera posible» lo que hace es «eximir del cumplimiento».

Participación o consulta

Ana Viñals, de Elkarrekin Podemos, tiene una opinión parecida. «El papel lo aguanta todo», dijo, y recordó que «hace un año esto ya lo trajo el PP». En cuanto a la situación actual, más que un proceso participativo considera que estamos ante «una consulta ciudadana dirigida» porque se da a elegir entre dos opciones de trazado. En cualquier caso, la formación morada votó a favor de la propuesta porque «menos es nada». Pero no tiene ninguna esperanza de que el documento tenga vocación dinamizadora y mucho menos que vaya a suponer un acelerón para las obras.

Para Alfonso Gil, concejal de Movilidad y Sostenibilidad y negociador con EH Bildu para llegar a este acuerdo, este es el momento idóneo para impulsar la Línea 4. Porque, recordó, PNV y PSE gobiernan juntos en Bilbao, Bizkaia y en el Gobierno vasco. Además, en Madrid los jeltzales han apoyado a Pedro Sánchez. Este entendimiento es importante porque «hay un calendario de transferencias pactado» y en él se incluyen las vías del tren que se van a utilizar para llegar a Zorroza, así como el deseado soterramiento en el barrio. Gil puso en valor que la futura infraestructura no sólo dará servicio a los barrios de la ciudad sino que será una puerta de entrada en las Encartaciones. «Va a hacer más ciudad, y más territorio».

Realismo también

El propio alcalde, Juan Mari Aburto, quiso dar énfasis a la relevancia del acuerdo. «Estamos ante un proyecto ilusionante, que da cohesión a la ciudad». Se refirió también al soterramiento de Zorroza como elemento fundamental en el conjunto del proyecto, obra para la que «el Ayuntamiento ha comprometido 35 millones de euros». De hecho, señaló que este mismo año «aprobaremos el convenio para realizar el soterramiento». En cuanto a la coletilla de la iniciativa que genera tanto recelo en el PP y Elkarrekin Podemos, lo de avanzar con la Línea 4 «si fuera posible», Aburto apuntó que se había utilizado esa fórmula «para ser realistas». Además, manifestó que entre las dos opciones que ahora están sometidas a información pública -la de llevar estaciones a Irala y Rekalde o utilizar un sistema de funiculares hasta Amézola- «yo opto por las estaciones sin ninguna duda».

El concejal de Obras y Planificación Urbana, Asier Abaunza, también se felicitó por el acuerdo alcanzado y por el trazado que se ha decidido para la Línea 4, que no sólo dará servicio a Irala, Rekalde y demás barrios del sur, sino también a Basurto, Zorroza y «nos acerca a Enkarterri». Mencionó él también el «importantísimo» soterramiento de las vías en Zorroza, e incidió en lo vital que son las transferencias pactadas con el Estado para desarrollar la obra. En este sentido, le lanzó al PP que «no tiene un gran currículum» en esta materia, en relación a su poca disposición a desarrollarlas cuando estaba en el Gobierno de Madrid.

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